miércoles, octubre 29, 2008

¿McCain y una derrota anunciada?


Algunas voces del espectro político estadounidense han comenzado a analizar una derrota que, en los hechos, aun no se ha producido: la de John McCain en las elecciones presidenciales para las que falta una semana. La mayoría de esos post mortem avanzados provienen de las filas republicanas.
Resulta que dar por sentado el triunfo de Barack Obama se ha convertido en el aire de los tiempos que corren. Curiosamente, este clima no se refleja aun en las encuestas donde las diferencias a favor del demócrata no superan los diez puntos. Más aún, en algunos estados -dicen los más recientes sondeos- las diferencias entre los candidatos se reducen, aunque por lo general todavía favorecen a Obama.
No es la diferencia que anticipa un alud demócrata, pero esta certeza de la suerte echada fue descrita ayer en The New York Times por el columnista conservador William Kristol: "La campaña de Obama marcha hacia la victoria más amplia, con un candidato que no es presidente en ejercicio, desde 1932 y el Partido Demócrata está abriéndose camino al mejor año presidencial y legislativo desde 1964".
Más aun: la especulación más corriente es que los demócratas reforzarán sus mayorías legislativas en ambas cámaras. En el Senado, dicen estos pronósticos, obtendrían los 60 votos necesarios para evitar la acción opositora de obstrucción conocida como "filibuster" (filibustero), una situación de privilegio que los demócratas no conocen desde Jimmy Carter a fines de los 70.
En algunos casos esta veta de derrota asumida es increíblemente detallista. Por ejemplo hay quienes creen que McCain selló su suerte el día que eligió como compañera de fórmula a Sarah Palin, la gobernadora de Alaska.
La lógica de quienes asumen esta causa para la derrota autoprofetizada muestran la leve ventaja de la que McCain gozaba después de la última convención republicana y cómo desde entonces se ha deshecho con Palin compartiendo el escenario.
Una de las voces es la del senador por Carolina del Sur, Lindsey Graham, quien a la vez es un amigo y asesor de McCain. Graham ha dicho en público que McCain cometió un serio error en el caso de Palin.
El ex gobernador de Pennsylvania, Tom Ridge, anunció que ese estado -donde McCain invirtió fuerte- se perderá por el daño causado por la candidatura de Palin.
Ridge puede estar sangrando por la herida por haber sido uno de los aspirantes a la candidatura vicepresidencial, pero lo cierto es que muchas encuestas cualitativas apuntan en la misma dirección. Palin parece haber satisfecho las expectativas en un solo campo: la consolidación de la base más conservadora, pero se ha deteriorado en su imagen como apta para el cargo y aun entre las mujeres que votarán en una semana.
Un duro golpe fue la compra de 150.000 dólares en ropa y accesorios para Palin y su familia que realizó el Partido Republicano. O el hecho de que en octubre el integrante del equipo de campaña de McCain que resultó mejor pago fue la maquilladora de la candidata (28.000 dólares por quince días).
Otro síntoma de descomposición está dado por el surgimiento de revelaciones sobre un enfrentamiento con sordina entre los equipos de Palin y McCain. Tanta realidad sombría podría curarse con una victoria, pero no parece estar ya al alcance.

Por Raúl Cardoso
Fuente: Clarin Blog

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