viernes, agosto 28, 2009

Cumbre de UNASUR: Qué se dirime en Bariloche

Los presidentes de las 12 naciones suramericanas se reunirán en pocas horas más en Bariloche. Una porción ínfima de la ciudadanía conoce la trascendencia del tema a debatir en esta reunión de emergencia.

Hay motivos para la ignorancia. La historia registrará la conducta en esta coyuntura de políticos, analistas y medios de comunicación, como un caso sobresaliente de irresponsabilidad y enajenación. Arrastrados por intereses inmediatos, el grueso de ellos o bien ha guardado silencio, o bien se ha prestado a burdas maniobras diversionistas que ocultan la magnitud del problema: Estados Unidos avanza por el camino de la guerra en América Latina y el Caribe.

Ya no es un mandatario brutal quien habita la Casa Blanca. Ya no gobierna en Estados Unidos el partido identificado públicamente con el complejo militar-industrial. Pero Washington amenaza sistemática, inexorablemente, con la guerra en nuestros países. Eso es la reactivación de la IV Flota de la US Navy en las aguas del Caribe. Eso es el golpe de Estado en Honduras. Eso es la instalación de siete bases militares en Colombia. De modo que queda claro: la dinámica belicista en la que Estados Unidos ha embarcado al mundo en los últimos años, con aceleración irracional desde fines de 2001, no tiene como motor a tal o cual presidente, sino a la crisis estructural del sistema, que les estalló en las manos un año atrás. Queda claro que el capitalismo imperialista nos lleva a la guerra.

De esto se discutirá en Bariloche. El resultado dependerá de la posición que adopten gobernantes hasta ahora indefinidos, ambiguos. Los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador ya se han expedido sin rodeos exigiendo que Unasur se pronuncie contra la intalación de las bases en Colombia. Los de Perú y, naturalmente, Colombia, siguen el dictado de Washington. Los restantes navegan en el estrecho espacio de la complicidad, la perplejidad y el temor. Excepto en los tres primeros países mencionados, la ciudadanía no ha sido informada por sus gobernantes; tanto menos convocada a analizar y debatir tamaña encrucijada histórica. Ése ya es un dato por demás elocuente acerca de convicciones y metodologías de quienes ocupan los más altos cargos. Dicho sea de paso, la elección de una pequeña ciudad del extremo austral argentino, repite la táctica de otras cumbres que huyen de lugares poblados y de fácil acceso para impedir la participación ciudadana. Cabe temer que las sesiones de debate no sean televisadas siquiera para los periodistas acreditados. Si así ocurriera, el escamoteo sería total. Y el crimen perfecto.

Por eso cobra especial relevancia una propuesta lanzada como piedra de David por el presidente boliviano Evo Morales: “¿por qué no ir a un referendo en Suramérica?”, propuso ante una concentración de pobladores de Coipasa, en el sur andino boliviano. El argumento es llano: “que los pueblos digan sí o no; que el pueblo decida y no que el imperio imponga sobre las bases militares”.

Se trata de una reivindicación estrictamente democrática, que nadie comprometido con el republicanismo y los propósitos de Unasur podría negar: ¿cómo en una Unión de Naciones se podría admitir que un gobierno ceda el territorio de su país para la instalación de bases militares extranjeras, tanto menos estadounidenses? ¿cómo oponerse a una resolución democrática de la ciudadanía involucrada?

Una de las incógnitas que quedará aclarada en Bariloche, por tanto, es si los participantes de esa gran conquista histórica que es Unasur conciben efectivamente una unión suramericana. La otra, dirá acerca del compromiso de cada quién con la democracia allí donde ésta cuenta.

Quedará dirimido igualmente, positiva o negativamente, un tercer aspecto clave de la coyuntura histórica: el alineamiento geopolítico y estratégico de cada gobierno. Los tiempos de la demagogia y la prestidigitación se han agotado. Nadie podrá hablar de paz, crecimiento, democracia, soberanía y justicia, si no suma su voz a la de quienes condenan las bases en Colombia, el golpe de Estado en Honduras y la descontrolada agresividad mediática del imperialismo con todo su dispositivo hemisférico, pero además de condenar verbalmente, toma medidas efectivas para impedir esta carrera hacia el abismo.

Los y las presidentes de Unasur deben asumir una responsabilidad que no admite dilación ni subterfugios. Pero allí no acaban las exigencias de la hora: partidos, sindicatos, organizaciones sociales de todo género y dimensión, periodistas, intelectuales, estudiantes, trabajadores, tenemos la obligación de observar con lupa lo que ocurra en Bariloche, transmitirlo a cientos de millones de compatriotas, acompañar a los gobiernos que salgan en defensa de sus pueblos y, desde las raíces mismas de la sociedad, con la participación de todos, llevar a cabo la gran tarea de unión suramericana, con prescindencia de los gobiernos que defeccionen en esta hora crucial.

26/8/09

Luis Bilbao es Director de América XXI. Estará presente en la cumbre de Bariloche y en las manifestaciones programadas para condenar las bases estadounidenses en Colombia

jueves, agosto 13, 2009

Democratización de medios en Venezuela: Un paso adelante para concretar la revolución

Por Matías Tisocco

Ante las constantes críticas de los multimedios internacionales que representan intereses contrapuestos a los de una América latina unificada, la Conatel concretó el cierre de 38 medios audiovisuales de las más de 200 que se encuentran en situación de ilegalidad.
A través de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), el Gobierno Bolivariano de Venezuela dará por finalizadas las concesiones de un total de 285 medios audiovisuales que no se presentaron al llamado público a que exhibieran la documentación correspondiente. Además, muchos de los que sí lo hicieron, no lograron pasar la revisión. Este hecho generó grandes críticas por parte de la prensa internacional y por sobre todo la de Argentina, siendo sus más claros exponentes los diarios Clarín y La Nación, quienes se verían seriamente afectados si algunas de las medidas que lleva delante Hugo Chávez se efectuaran en su país. Por ende, la única posición concreta que han tomado en esta situación es la de la crítica constante y la demonización del presidente venezolano y del proceso revolucionario.

Teniendo en cuenta que ante la posibilidad de la aprobación de una nueva ley de radiodifusión argentina, estos mismos multimedios fueron tajantes y totalmente contrarios a su concreción, no sorprende que continúen en la misma línea ante las medidas adoptadas por el Gobierno Bolivariano. Por su parte, en Venezuela, mediante una circular enviada a estaciones radiales se busca promover una campaña psicológica contra la medida de Conatel, según denunció el periodista venezolano Ricardo Durán. En el texto incluyen tips para que locutores y periodistas se rijan, e impongan una matriz de opinión ocultando la realidad venezolana, atacando al gobierno y criticando duramente las medidas adoptadas contra las radios privadas. Además está programado incluir “reclamos del pueblo y de supuestos chavistas” en contra de las medidas revolucionarias. Datos puntuales “Los invito a que presenten sus datos a todos aquellos que posean concesiones. Tengan la seguridad que vamos a trabajar ajustados a la ley”. Con estás palabras el ministro de Obras Públicas y Vivienda, Diosdado Cabello, llamó a los medios de comunicación para presentarse ante la Conatel para que lleven sus documentos que demuestren la legalidad de sus concesiones en el plazo del 2 al 23 de junio. Al no presentarse, 285 medios audiovisuales perderán su concesión. En total 86 radios Am, 54 FM y 45 emisoras de televisión. Estos nuevos espacios radioeléctricos recuperados pasaran a la ciudadanía, como lo indica la Constitución de Venezuela, mediante los Consejos Comunales y a personas que llevan más de 20 años solicitando una concesión. Esto se debe en parte a que en ese país 300 emisoras se encuentran en manos de 27 familias. Los resultados específicos del relevamiento realizado por la Conatel fueron los siguientes: Un 47% de las radios privadas de Amplitud Modulada no pasó por el organismo, mientras que las de Frecuencia Modulada, 154 tampoco lo hicieron. Solamente pasaron por la Comisión 318, equivalente a un 67%. Por su parte, de televisión de alta frecuencia (VHF) un 11% no pasó a dejar la documentación requerida. En cuanto a la de ultra frecuencia (UHF) 35 concesiones no asistieron. Además de estos procedimientos, Conatel realizó una evaluación de la situación tributaria de los responsables de las concesiones. Los resultados no fueron alentadores: el 19% de los encargados de radios AM no pagaron los impuestos y el 6% nunca pasó por la Comisión. De las FM, el 22% no pagó los gravámenes correspondientes y el 9% tampoco concurrió a Conatel. La situación de los medios televisivos tampoco varía ya que sólo el 51% de los responsables de las licencias televisas paga sus impuestos regularmente. Latifundismo mediático Casi todas las emisoras sancionadas son locales o regionales y forman parte de lo que Cabello definió como “latifundismo mediático”. En junio, cuando fue designado por el presidente Chávez, el ministro había afirmado: “Vamos a trabajar para acabar con el latifundio radioeléctrico” y eso es exactamente en lo que arduamente se trabaja en el país caribeño y tanto inquieta a los multimedios argentinos. En este contexto, el ministro afirmo que “el medio de comunicación que no fue a Conatel, renunció a cualquier derecho de defensa, y al que fue a actualizar sus datos se le hará un proceso de revisión de cada uno de los documentos que entregó”. El paso siguiente será “abrir los procedimientos administrativos y eso llevará al decomiso de los equipos y sanciones para aquellos que están haciendo uso del espacio radioeléctrico sin estar debidamente autorizados en Conatel”. También afirmó que el mundo no debe sorprenderse si “el Gobierno toma una decisión sobre algunos medios de comunicación que tienen como política el terrorismo mediático y la violación sistemática de la Constitución”. Cabello sustenta sus concretas declaraciones en los resultados de la investigación: de las más de 970 emisoras que hay en el país, 300 están en manos de 27 familias que, bajo la figura de Circuitos “hicieron más de 50 mil negociaciones no válidas ni ante Conatel ni ante el Ministerio de Obras Públicas”. La Asamblea Nacional apoya las iniciativas de la Comisión contra el monopolio mediático. El 16 de julio aprobó un documento de apoyo para garantizar la democracia informativa y que deja constancia que más del 40% del espectro radioeléctrico está siendo explotado de manera ilegal, contraviniendo lo establecido en el artículo 7 de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones que establece:”el espectro radioeléctrico es un bien de dominio público de la República Bolivariana de Venezuela, para cuyo uso y explotación deberá contarse con la respectiva concesión de conformidad con la ley”. Haciendo caso omiso a las críticas, Hugo Chávez no se equivoca en la declaración fiel a su estilo: “Chillan porque estamos democratizando los medios”.

Con informes de Yvke Mundial e Inés Hayes.

fuente: elespejodeargentina.blogspot.com

domingo, agosto 09, 2009

Estados Unidos devela su estrategia

Es un ensayo con escasa posibilidad de éxito. El imperialismo estadounidense está dividido; cada día más rechazado en todo el planeta; debilitado económica y políticamente. Apela entonces a su última razón, la de la fuerza.

Con el golpe en Honduras, la proliferación de bases militares en torno a Venezuela, la desestabilización en Ecuador, Paraguay y Bolivia, el gobierno de Barack Obama traza su estrategia, apuntada a contrarrestar la pérdida de la iniciativa y la hegemonía políticas en el hemisferio. Ese plan ya en marcha no puede eludir las grietas crecientes en la burguesía imperialista estadounidense y la consecuente inconsistencia en el accionar del Presidente y su secretaria de Estado, Hillary Clinton. Es visible el choque de un complejísimo juego de fuerzas en la cúpula del poder imperial.

Pero la resultante es inequívoca: decisión de actuar militarmente contra gobiernos constitucionales, preparación de un poderoso dispositivo de guerra contra la región, específicamente contra los países componentes del Alba (Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América), con centro en la revolución socialista bolivariana.

Para tender una cortina de humo que desdibuje el hecho de la instalación de cinco bases militares estadounidenses en su territorio, Uribe acusó a Chávez de entregar armas a las guerrillas colombianas. Con aquella decisión y esta burda mentira, que llevan el sello sobresaliente del Departamento de Estado, el imperialismo provoca tensión entre Colombia y Venezuela, en una dinámica apuntada a desembocar en ruptura de relaciones, eventualmente seguida de ataques colombianos en territorio venezolano, con la excusa de perseguir fuerzas insurgentes de las Farc o el Eln. El objetivo es desatar la guerra entre ambas naciones hermanas.

Por lo pronto Uribe anunció el 1º de agosto, el mismo día que recibió en Bogotá al jefe del Comando Sur del ejército imperialista, general Douglas Fraser, que ni él ni su Canciller asistirán a la reunión del Consejo de Defensa de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas). Explicó que no corresponde, porque las bases donde se establecerán las tropas estadounidenses, estarán bajo mando de oficiales colombianos. En el mismo acto en que en su condición de Presidente acepta la orden estadounidense de romper de hecho con Unasur, Uribe asegura que los oficiales colombianos comandarán la maquinaria bélica imperialista más poderosa de la historia. Difícil definir si resalta más su cinismo o su condición de frágil animal acorralado.

Por Luis Bilbao.
Director de América XXI