viernes, octubre 31, 2008

La movilización masiva rompió el cerco






Desempate: por votación conjunta de los parlamentarios del MAS y fracciones de la derecha opositora, más de dos tercios del Congreso Nacional aprobó la convocatoria a un referendo constitucional para el 25 de enero de 2009. Este resultado ha sido efecto directo de las modificaciones hechas al proyecto de Constitución aprobado en diciembre de 2007. Contrariamente a lo que difunde la derecha, no ha habido un cambio radical del texto. Sí lo hubo en un tema: la tierra. Ese paso atrás se muestra como el inevitable sacrificio que los movimientos sociales, principalmente indígenas y campesinos, han tenido que hacer para salir del empate catastrófico que aprisionaba a la revolución. Si bien la constitución de un nuevo Estado deberá recorrer todavía un largo sendero en el que las amenazas quizá sean mayores, las clases antes subalternas son ahora gobernantes. El camino hacia la construcción de una sociedad no capitalista ha vencido uno de los obstáculos más importantes.
En la tarde del martes 21 de octubre, miles de voces de indígenas y de trabajadores, confundidas en un abrazo y con la garganta contenida por la emoción, le daban vivas a la aprobación de una ley por la cual el 25 de enero de 2009 el pueblo boliviano deberá decidir si aprueba o no la nueva Constitución Política del Estado. La satisfacción no era para menos. Se había roto el cerco con el que la ultraderecha, respaldada firmemente por los Estados Unidos, tenía aprisionado al proceso de cambio estructural que lidera el presidente Evo Morales.
La aprobación del texto constitucional se da por descontada en enero. Más que el cumplimiento de una formalidad prevista por la ley de convocatoria de la Asamblea Constituyente en el primer trimestre de 2006, será en realidad el resultado de “18 años de marchas de un pueblo, que desde lo más profundo de la tierra, desde los barrios, desde los sindicatos, desde las universidades, desde las fábricas, desde las minas, salió para decir que nunca más iba a haber una Bolivia sin la gente, sin los bolivianos, sin los trabajadores, sin la gente sencilla, sin la gente humilde”, como afirmó el vicepresidente boliviano Alvaro García Linera.
Valió la pena la caminada de siete días y la vigilia frente al Congreso Nacional. El triunfo va más allá de la legalidad. Es la resolución del largo empate catastrófico o el poder dual –como quiera leerse– entre un bloque nacional-indígena-popular que levanta un proyecto social y estatal distinto al experimentado en más de 500 años de colonialismo y dos décadas de secante neoliberalismo, y un viejo bloque de clases dominantes aferrado en dos años y ocho meses a un pasado que ya no tiene cabida. “Siento de verdad que este proceso de cambio no se interrumpe. Digan lo que digan y hagan lo que hagan, no volverá el neoliberalismo a Bolivia”, aseguró Morales ante sus seguidores.
La movilización social derrotó, menos de un mes atrás, el golpe de Estado que la ultraderecha puso en marcha contra el presidente indígena y ahora, con una derecha dividida, la revolución ha dado un paso fundamental.

La tierra, asignatura pendiente

La conquista de la cúspide ha demandado, sin embargo, concesiones en el proyecto de Constitución. Para medirlas en su exacta dimensión deben ser analizadas desde la perspectiva larga de la historia que está siendo escrita por aquellos vilipendiados –como suele decir frecuentemente Morales– que en la colonia (continúa pág. 24)
y la vieja república estaban subsumidos por autoridades, dirigentes, partidos e intereses que no eran los suyos.
La más importante es la referente a la tierra, ya que independientemente de que el máximo de propiedad agraria sea de 5 mil ó 10 mil hectáreas –lo que será definido en el referendo dirimidor de enero– su aplicación no tendrá carácter retroactivo. Se han levantado legítimas voces de crítica y desconcierto porque en una primera instancia los latifundistas parecen estar a salvo.
El precio de contar con una nueva Constitución es demasiado alto y, como no podía ser de otra manera, la modificación del carácter de la tenencia de la tierra, en la que cerca de 32 millones de hectáreas están en pocas manos y cuatro millones en propiedad de los campesinos e indígenas, ha quedado como una de las asignaturas pendientes de la revolución boliviana.
A manera de consuelo, quedó implícita la tarea del gobierno de Morales de poner en marcha un serio proceso de saneamiento de la propiedad rural, que es la única manera de revertir y expropiar las millones de hectáreas adquiridas por la burguesía agroexportadora y latifundista durante las dictaduras militares y los gobiernos neoliberales. Ese parece ser el único instrumento que por lo pronto tendrán a mano los movimientos sociales hasta que una modificación del texto constitucional sea posible en el próximo período del líder indígena (2009-2014), quien aspira a tener el control del Congreso con más de dos tercios.
De hecho, una de las principales lecciones que arroja las condiciones y los términos en que fue aprobada la convocatoria al referendo constitucional, según se desprende de varios análisis y comentarios, es que los movimientos sociales deben avanzar hacia un mayor protagonismo en el diseño y ejecución del poder.

La derecha, dividida

La orfandad social de la derecha es contundente. La ultraderecha se ha aislado y con serias fisuras internas entre prefectos y dirigentes cívicos opositores, su suerte parece estar echada luego de que sus voceros anunciaran la campaña por el No al proyecto de Constitución. Por contrapartida, los opositores que viabilizaron en el Congreso el llamado a la consulta y las modificaciones al texto constitucional se esfuerzan por arrebatarle el triunfo al Gobierno y a los movimientos sociales. Uno de los que ha ingresado en la aplicación de esa táctica es el jefe de Podemos, Jorge Quiroga, quien nunca dejó de alentar a sus correligionarios para bloquear el proceso constituyente, según ha denunciado el jefe de la bancada parlamentaria del MAS, César Navarro.
La preocupación de la derecha ya no es la aprobación de la nueva Constitución. La saben inevitable y está dispuesta a sacarle provecho como punto de partida para las elecciones generales de diciembre de 2009. La ausencia de un liderazgo nacional y las serias señales de dispersión que se han experimentado en los últimos meses se convierten en sus principales adversarios. Antes de pensar en la constitución de un frente de “todos contra el MAS”, al que ha convocado el alcalde de Potosí, René Joaquino, el mayor problema de la derecha se encuentra en la ausencia de partidos. Podemos está en proceso de fragmentación, UN (Unidad Nacional) de Samuel Doria Medina y el MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario) están debilitados. Tan es así que el prefecto de Beni, Ernesto Suárez Sartori anunció la fundación de su partido. Por lo demás, no pocos opositores que alentaron la organización de grupos paramilitares, la toma de instituciones públicas y la voladura de gasoductos serán objeto de procesos judiciales, “ya que el acuerdo por la Constitución no implica un acuerdo por la impunidad”, como ha sentenciado el viceministro de Justicia, Wilfredo Chávez.

Los desafíos

Luego de romper el cerco que la burguesía le tendió al proceso de cambio, los desafíos para el Gobierno se dibujan en el plano de la construcción de la nueva institucionalidad y en la gestión económica, según ha reconocido el presidente Morales al expresar que la derecha se opuso a que las elecciones sean en junio de 2009 porque piensan encontrar en diciembre a un “Evo destrozado política, económica y financieramente; en vano están calculando eso”. Sin embargo, los riesgos no pueden ser subestimados. A falta de propuesta, la derecha confía en que la crisis global del capitalismo, del que fueron sus fieles feligreses, afecte la economía boliviana y decepcione a la población. Una apuesta a la misma táctica que desarrollaron durante los primeros meses de 2007 al poner en marcha una campaña de desabastecimiento de los artículos de primera necesidad y de anuncio de cierre de empresas; solo que esta vez con la complicidad de un orden capitalista mundial que no sabe cómo salir del abismo.
“Vamos a prepararnos y nuestro plan es llegar con más fuerza”, sentenció Evo Morales al recordar las difíciles condiciones en las que tuvo que enfrentar la lucha política y con una clara señal de que piensa superar el 54% de diciembre de 2005 y el 67,41% de apoyo recibido en el referendo revocatorio de agosto.

Desde La Paz, Hugo Moldiz Mercado.
Fuente: Revista América XXI

miércoles, octubre 29, 2008

¿McCain y una derrota anunciada?


Algunas voces del espectro político estadounidense han comenzado a analizar una derrota que, en los hechos, aun no se ha producido: la de John McCain en las elecciones presidenciales para las que falta una semana. La mayoría de esos post mortem avanzados provienen de las filas republicanas.
Resulta que dar por sentado el triunfo de Barack Obama se ha convertido en el aire de los tiempos que corren. Curiosamente, este clima no se refleja aun en las encuestas donde las diferencias a favor del demócrata no superan los diez puntos. Más aún, en algunos estados -dicen los más recientes sondeos- las diferencias entre los candidatos se reducen, aunque por lo general todavía favorecen a Obama.
No es la diferencia que anticipa un alud demócrata, pero esta certeza de la suerte echada fue descrita ayer en The New York Times por el columnista conservador William Kristol: "La campaña de Obama marcha hacia la victoria más amplia, con un candidato que no es presidente en ejercicio, desde 1932 y el Partido Demócrata está abriéndose camino al mejor año presidencial y legislativo desde 1964".
Más aun: la especulación más corriente es que los demócratas reforzarán sus mayorías legislativas en ambas cámaras. En el Senado, dicen estos pronósticos, obtendrían los 60 votos necesarios para evitar la acción opositora de obstrucción conocida como "filibuster" (filibustero), una situación de privilegio que los demócratas no conocen desde Jimmy Carter a fines de los 70.
En algunos casos esta veta de derrota asumida es increíblemente detallista. Por ejemplo hay quienes creen que McCain selló su suerte el día que eligió como compañera de fórmula a Sarah Palin, la gobernadora de Alaska.
La lógica de quienes asumen esta causa para la derrota autoprofetizada muestran la leve ventaja de la que McCain gozaba después de la última convención republicana y cómo desde entonces se ha deshecho con Palin compartiendo el escenario.
Una de las voces es la del senador por Carolina del Sur, Lindsey Graham, quien a la vez es un amigo y asesor de McCain. Graham ha dicho en público que McCain cometió un serio error en el caso de Palin.
El ex gobernador de Pennsylvania, Tom Ridge, anunció que ese estado -donde McCain invirtió fuerte- se perderá por el daño causado por la candidatura de Palin.
Ridge puede estar sangrando por la herida por haber sido uno de los aspirantes a la candidatura vicepresidencial, pero lo cierto es que muchas encuestas cualitativas apuntan en la misma dirección. Palin parece haber satisfecho las expectativas en un solo campo: la consolidación de la base más conservadora, pero se ha deteriorado en su imagen como apta para el cargo y aun entre las mujeres que votarán en una semana.
Un duro golpe fue la compra de 150.000 dólares en ropa y accesorios para Palin y su familia que realizó el Partido Republicano. O el hecho de que en octubre el integrante del equipo de campaña de McCain que resultó mejor pago fue la maquilladora de la candidata (28.000 dólares por quince días).
Otro síntoma de descomposición está dado por el surgimiento de revelaciones sobre un enfrentamiento con sordina entre los equipos de Palin y McCain. Tanta realidad sombría podría curarse con una victoria, pero no parece estar ya al alcance.

Por Raúl Cardoso
Fuente: Clarin Blog

lunes, octubre 20, 2008

Reflexiones de Fidel: Lo insólito

El domingo 12 de octubre, los países de la Eurozona acordaron un plan anticrisis por iniciativa de Sarkozy, Presidente de Francia.
El lunes 13, se anuncian las cifras multimillonarias de dinero que los países de Europa lanzarán al mercado financiero para evitar un colapso. Las acciones subieron con las sorprendentes noticias.
En virtud de los acuerdos mencionados, Alemania había comprometido, en la encuesta de rescate, 480 mil millones de euros; Francia, 360 mil millones; Holanda, 200 mil millones; Austria y España, 100 mil millones cada uno, y así sucesivamente hasta alcanzar, junto con la contribución de Gran Bretaña, la cifra de 1,7 millones de millones de euros, que ese día —ya que varía constantemente la relación de cambio entre una y otra moneda— equivalían a 2,2 millones de millones de dólares, que se sumaban a los 700 mil millones de dólares de Estados Unidos.
Las acciones de las grandes corporaciones que no se habían arruinado vieron una subida abrupta de su valor que, aunque estaba lejos de compensar las pérdidas sufridas en los nueve días trágicos, les permitirá a los políticos y banqueros del capitalismo desarrollado disfrutar de una dosis de oxígeno.
Ese mismo día por la noche, el Primer Ministro de Italia, Silvio Berlusconi, en un banquete efectuado en su honor que tuvo lugar en la Casa Blanca, hace un discurso rindiendo culto a Bush: "Confiamos en el Presidente que tuvo el coraje de poner en práctica lo que consideraba justo, lo que debe hacer para sí, para su pueblo y para el mundo."
¡Realmente se pasó de rosca!
También ese día 13, el Premio Nobel de Economía correspondiente al 2008 es otorgado al ciudadano de Estados Unidos Paul Krugman. Se trata sin duda de un defensor del sistema capitalista, pero es a la vez muy crítico del presidente Bush.
Bajo el título de Gordon lo ha hecho bien, publicado el día 14 en El País, expresa diversas ideas, algunas de las cuales merecen recogerse textualmente:
"Lo natural es afrontar el problema de la falta de capital financiero haciendo que el Estado proporcione a las instituciones financieras más capital a cambio de una parte de su propiedad...
"Esta especie de nacionalización parcial temporal también era la solución preferida en privado por Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal.
"Al anunciar su plan de ayuda financiera de 500 mil millones de euros, Henry Paulson, secretario del Tesoro estadounidense, rechazaba este camino evidente, alegando que ‘eso es lo que se hace en caso de quiebra’.
"El gobierno británico ha ido directamente a la raíz del problema y ha actuado con asombrosa velocidad para solucionarlo."
"Paulson —tras haber malgastado supuestamente varias semanas muy valiosas— también ha dado marcha atrás y ahora pretende comprar acciones bancarias en lugar de activos hipotecarios tóxicos.
"Como ya he dicho, todavía no sabemos si esas medidas funcionarán... Esa visión clara ha tenido que proceder de Londres y no de Washington.
"Es difícil evitar la sensación de que la respuesta inicial de Paulson estaba distorsionada por la ideología. Recuerden que trabaja para un gobierno cuya filosofía puede resumirse en que ‘lo privado es bueno; lo público, malo’."
"En todo el ejecutivo, los profesionales expertos han sido destituidos; quizás no quede en el Tesoro nadie con la estatura y la trayectoria necesarias para decirle a Paulson que lo que hacía no tenía sentido.
"Por suerte para la economía mundial, lo que están haciendo Gordon Brown y sus ministros sí tiene sentido. Y quizás nos hayan mostrado el camino para superar esta crisis."
Ni siquiera el Premio Nobel de Economía 2008 está seguro, como confiesa, de que esas medidas funcionarán.
Son cosas insólitas.
El martes 14, las acciones en las Bolsas bajaron de precio algunos puntos. Las sonrisas fueron ya más estereotipadas.
Los países capitalistas europeos, saturados de capacidad productiva y mercancías, desesperadamente necesitados de mercados para evitar paros de obreros y los especializados en servicios, ahorristas que pierdan su dinero y campesinos arruinados, no están por tanto en situación de imponer condiciones y soluciones al resto del mundo. Así lo proclaman los líderes de importantes países emergentes y de los que, pobres y saqueados económicamente, son víctimas del intercambio desigual.
Hoy miércoles 15 el valor de las acciones en las Bolsas cayó de nuevo estrepitosamente.
McCain y Obama discutirán ardorosamente esta noche el tema económico.
En la gran democracia de Estados Unidos, la mitad de los que tienen derecho a votar no están inscriptos; de los inscriptos, la mitad no vota, y solo el 25 por ciento de los electores eligen a los que gobiernan. Muchos de los que ahora tal vez desearían votar por el candidato negro no pueden hacerlo.
Según las encuestas, ese candidato cuenta con abrumadora mayoría. Sin embargo, nadie se atreve a decir cuál será el resultado.
El 4 de noviembre es un día de gran interés para la opinión mundial, dada la crisis económica en que se debate la sociedad de Estados Unidos.
En materia electoral, de una sola cosa podemos estar seguros: en las próximas elecciones de Gran Bretaña, Gordon Brown no será electo Primer Ministro.

Fidel Castro. (Fuente: Granma digital)