viernes, julio 03, 2009

El ALBA afianzado como nuevo actor en el escenario internacional


Fortaleza: Alba significa Alianza Bolivariana para los pueblos de América desde el 24 de junio. La modificación del nombre (Alternativa por Alianza) refleja un cambio cuantitativo y cualitativo. De dos componentes en 2004 pasó a seis a fines del año pasado y a nueve ahora, con dos más que participan como observadores y presumiblemente se sumarán a corto plazo. El PBI sumado de estos 11 países supera los 500 mil millones de dólares anuales. Esto ubica al bloque entre las mayores economías de la región. Pero más sustantivo es el lugar conceptual, político y estratégico que este nuevo actor cobra en el escenario internacional, en medio de la continuada crisis del capitalismo mundial. La prensa comercial internacional fingió que el hecho no ocurrió: no informó una línea sobre lo sucedido. Prueba adicional de que la iniciativa estratégica cambia de manos y los perdidosos optan por callar.
Ecuador, San Vicente y las Granadinas, y Antigua y Barbuda, son los tres países que formalmente sellaron su ingreso al Alba en la cumbre presidencial del 24 de junio, sumándose a Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Honduras y Dominica. Participaron además como observadores, representantes de Paraguay y Granada. De modo que en coincidencia con el aniversario de la batalla de Carabobo, combate definitivo para la derrota de las fuerzas imperialistas españolas en Venezuela, fueron 11 gobiernos los que se dieron cita en Maracay.
En un clima de confianza y optimismo, pese a la difícil situación mundial y sus múltiples efectos sobre la región, resonaban las palabras de Raúl Castro en la Cumbre del Alba en Cumaná: “Ninguno de nuestros países tiene la más mínima posibilidad de cambiar el sistema económico mundial, pero sí juntos, nosotros podemos cambiar nuestro sistema, un nuevo sistema solidario, justo e integrador que rompa las cadenas que todavía nos oprimen de los viejos imperios”. La tradicional posición internacionalista de la Revolución Cubana, adquiere así, en un momento de extraordinaria zozobra para la humanidad, una envergadura superior, en modo alguno reductible a los miembros y simpatizantes del Alba (ver Lugar en el mundo).
A propuesta del presidente Evo Morales, la IVª Cumbre Extraordinaria consideró la creación de una secretaría y una comisión permanentes, instancias que servirán para fortalecer la comunicación entre los Estados partes y coordinar acciones dirigidas desde los recién creados consejos político, económico y social. Al fundamentar su propuesta, Morales apuntó al centro del problema: “estamos creciendo. Tratarán de separarnos y dividirnos con chantajes económicos (...) Estas provocaciones y agresiones nos obligan a organizarnos, integrarnos, unirnos y conocernos, de manera inmediata”.
Con tales certezas, se creó igualmente un Consejo de Complementación Económica, el cual se reunirá mensualmente y concentrará su esfuerzo y trabajo en tres ámbitos principales: la planificación económica, el intercambio e inversión productiva, y el desarrollo de programas de cooperación entre los Estados partes del Alba-Tcp (Tratado de Comercio de los Pueblos, tal la denominación completa del bloque). Los ministros y titulares de las carteras de economía, finanzas, planificación y desarrollo, pondrán en funcionamiento el consejo ministerial de complementación el próximo 24 de julio, en una reunión que se realizará en Quito.

Ingresa Ecuador

Resultó evidente que el ingreso de Ecuador al Alba deriva de una consolidación interna de la Revolución Ciudadana en curso en aquel país. Ante las acusaciones de la oposición a su gobierno, que condenó la decisión por ser “política”, el presidente Rafael Correa dijo “por supuesto que es un hecho político. El Alba es un proyecto socialista (...) es integración energética, política y territorial” con base en “relaciones fraternas”. El mandatario recientemente ratificado en su cargo con una neta victoria electoral, luego de la reforma constitucional, afirmó que se trata de una decisión “reflexiva y madura” de su gobierno, basada en “empatía ideológica” con ese proyecto regional de “solidaridad e integración”. Y destacó el significado del crecimiento del Alba como paso hacia la total liberación, cuando se presencian los “estertores” del sistema capitalista.
Desde antes mismo de su incorporación formal, Correa había sido protagonista del Alba, cuando el bloque decidió dotarse de una moneda de cuenta común, el Sucre, que ya comienza a reemplazar al dólar y cualquier otra divisa extranjera en las transacciones y será completamente establecida antes de fin de año. Ahora los mandatarios dieron la firme instrucción a los ministros de economía para que en la próxima cumbre del Alba-Tcp se firme el Tratado Constitutivo del Sistema Único de Compensación Regional (Sucre). En los hechos, este mecanismo constituye un escudo defensivo ante la crisis del capitalismo mundial, las amenazas de derrumbe de la moneda estadounidense y la tambaleante situación del euro.

Resoluciones trascendentales

En la Declaración final del encuentro en Maracay los presidentes anuncian que convocaron al Consejo de Ministros del Alba “con el objetivo de trabajar en el documento constitutivo de la empresa Grannacional de Alimentos así como su Plan de Acción Inmediata”.
Otra resolución de fuste fue el acuerdo para “constituir la Universidad de los Pueblos del Alba - Tcp (Unialba), como una red de universidades comprometida con la inclusión y la generación de alternativas y soluciones humanísticas, científicas, tecnológicas y diversidad de saberes que contribuyan con el desarrollo y la unión Grannacional. Una de sus misiones fundamentales será la formación de los profesionales, técnicos y especialistas necesarios para el impulso y el fortalecimiento de los proyectos y empresas Grannacionales”. En consecuencia, se creó un grupo de trabajo en materia de acreditación y evaluación de los sistemas de educación superior, con el objeto de elevar la calidad de los sistemas universitarios de los países miembros.
También se dispuso la constitución de “un grupo de trabajo sobre el tema del Derecho Internacional, la autodeterminación, el respeto a la soberanía y a los derechos humanos, el cual tendrá como objetivo presentar en un plazo no mayor a sesenta días una propuesta para la creación de una instancia en el marco del Alba sobre los temas señalados con su correspondiente mandato, el cual será coordinado por Bolivia y presentará sus informes a la Comisión Política a través de la Secretaria Ejecutiva”.
No menos relevante fue la decisión de “crear el Consejo Ministerial de Mujeres del Alba-Tcp, con el fin de que se constituya en un espacio visibilizador y protagónico de las mujeres de nuestros pueblos, para asegurar la transversalidad de género de todas las iniciativas e instrumentos de integración que emanen del Alba-Tcp”.
La Declaración subraya que sobre estudios preliminares dirigido por el Banco del Alba-Tcp, sobre la Iniciativa Alba Remesas, los mandatarios resolvieron “continuar los trabajos para la concreción de un proyecto piloto entre Ecuador y Venezuela, con el fin de generar desarrollo en las comunidades que envían y reciben remesas”.
Venezuela manifestó por su parte la intención de “desarrollar proyectos conjuntos en las áreas de telemedicina, tele-educación y telefonía rural, adecuados a las necesidades de cada uno de los países miembros, aprovechando las bondades tecnológicas del satélite Simón Bolívar, así como las iniciativas de proyectos pilotos desarrollados en Venezuela, todo ello con el objetivo de superar los obstáculos para el acceso a la información, el conocimiento y la tecnología por parte de las poblaciones más desasistidas de la Región”.
En otro plano, particularmente sensible, los mandatarios suscribieron el Convenio de reconocimiento de títulos o diplomas de educación superior. Este convenio “permitirá a nuestros jóvenes que cursan y cursarán estudios universitarios en otros países del Alba-Tcp como parte de sus programas de cooperación solidaria, retornar a sus naciones de origen para ejercer sus profesiones y así poder contribuir en la transformación y dignificación de las condiciones de vida de sus pueblos”.
Las resoluciones incluyeron el “respaldo a la propuesta paraguaya de avanzar decididamente hacia la integración energética regional, así como la potestad plena de los Estados de disponer libremente de sus recursos energéticos”. Y encararon un tema candente al comprometerse “a promover un modelo de apropiación social del conocimiento que permita superar los obstáculos en la producción de bienes fundamentales para la vida, como la alimentación y la salud, y en ese sentido instruyeron al Consejo de Ministros del Alba para constituir, en un plazo no mayor a 30 días, un grupo de trabajo para la revisión de la doctrina sobre propiedad industrial coordinado por Venezuela”.
Además de firmar el “Acta Constitutiva de la Comisión del Grupo Alba para la Conmemoración del Bicentenario del inicio de la Revolución de Independencia en Nuestra América”, los mandatarios “saludaron la Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la crisis económica y financiera mundial y su impacto en el desarrollo, que se celebra entre el 24 y 26 de junio. En ese sentido, apoyaron el avance de un proceso bajo la égida de las Naciones Unidas que permita hacer un correcto diagnóstico sobre la crisis, sus orígenes y su impacto en los países en desarrollo.
Reconocieron asimismo la importancia de identificar en ese ámbito un grupo de acciones de corto plazo para mitigar su efecto en los países en desarrollo y medidas de más largo alcance, incluido el establecimiento de una nueva arquitectura financiera”.
El documento aclara que “el abordaje de esta crisis no puede ser sólo financiero, considerando que es el resultado de la acumulación de serios problemas estructurales y sistémicos que van más allá del fracaso en la conducción de la política monetaria y la regulación del sector financiero”, subrayando que “el apoyo que están implementando los países desarrollados a los grandes Bancos aumenta la centralización del capital del sector financiero en manos de pequeños grupos, lo que dificulta el control y regulación de los gobiernos hacia ese sector”. Los presidentes del Alba señalaron asimismo “la responsabilidad de los bancos centrales de esos países en el desarrollo de esta crisis económica global, y destacaron su falta de efectividad para responder a las vulnerabilidades e impactos”, aclarando que “la crisis está también asociada a la ausencia de mecanismos apropiados de supervisión de la gestión de las grandes corporaciones y a las políticas de competencia. Por tal motivo, reconocieron que se requieren niveles más profundos de reorganización en el ámbito de la economía real y no sólo en el financiero”.
La Declaración insiste en “la necesidad de una nueva arquitectura financiera regional” e “invita a diseñar instrumentos financieros útiles para la economía real, que pongan freno a las prácticas especulativas, y generen un entorno estable y seguro para la consolidación de una zona de complementación económica del Alba-Tcp”, poniendo énfasis en un punto crucial: “la solución duradera y sostenible a la crisis actual, debe partir del reconocimiento de la necesidad de pasar a un nuevo paradigma de desarrollo económico, que ponga al ser humano como centro de sus preocupaciones”.
Entre otros innumerables acuerdos para avanzar a paso firme por un camino diferente, la cumbre resolvió “el desembolso del 50% del financiamiento no reembolsable para la ejecución de los Proyectos de Alba - Alimentos (Alba – Petrocaribe), correspondientes a San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Las Granadinas, Belice, Jamaica, Honduras, Guyana, Suriname y Nicaragua, alcanzando la suma de siete millones de dólares, procedentes del Fondo Alba - Alimentos previamente establecido”.
Se trata de un documento final en el que no se recurre siquiera en una línea a los métodos elusivos de la diplomacia habitual. La Cumbre del Alba encaró de frente lo que omiten sistemáticamente las reuniones de presidentes, tan abundantes como inocuas. Ratificó una línea de acción y una metodología ya empleada desde los inicios, pero que cobra un valor diferente con la participación de 11 gobiernos de la región: hablar claro, denunciar los verdaderos problemas de América Latina y el Caribe, señalar a los responsables y tomar medidas efectivas para resolver aquéllos y enfrentar a éstos.
La prensa comercial en todo el mundo, los analistas habituales de la política internacional, los partidos políticos tradicionales, no se dieron por enterados de esta reunión. La ocultaron a los ojos de América Latina y del mundo. Tienen plena conciencia de la potencia incontenible de estas ideas y resoluciones. Tal parece que, sin comprenderlo cabalmente, por puro reflejo, se han colocado a la defensiva apelando al silencio. Ese mismo carácter tiene la otra respuesta que al momento de ir a imprenta da el gobierno de Estados Unidos al formidable desarrollo concreto y estratégico del Alba: el intento de golpe de Estado en Honduras.





Lugar en el mundo

En un adelanto de la dinámica que se pone en movimiento, países extrarregionales y de gran envergadura mundial, adelantaron su disposición a tratar con el nuevo bloque.
El gobierno de Rusia manifestó su disposición de participar en la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), iniciativa integracionista promovida desde Venezuela. “Hemos seguido con interés y con simpatía el desarrollo de este proceso.
Estamos dispuestos a analizar y a pensar sobre nuestra participación en esa asociación”, había declarado tiempo atrás el presidente ruso Dmitri Medvédev. La participación de la Federación Rusa podría concretarse en calidad de miembro asociado o bajo alguna otra figura. “Si esto va a ser de utilidad para el desarrollo de los Estados de América Latina que integran el Alba, si se corresponde con nuestra idea de un mundo multipolar, con el papel de la Federación Rusa en la división internacional del trabajo, entonces ¿por qué no hacerlo?”, explicó Medvédev.
También desde fines del año pasado, en ocasión de un encuentro formal a nivel ministerial entre el Alba e Irán, las autoridades de este país afirmaron su disposición a emprendimientos conjuntos. El primer vicepresidente iraní Parviz Davoudi sostuvo que Irán y el Alba pueden usar su abundante potencial en beneficio de las naciones latinoamericanas. “Nuestras economías pueden complementarse”, dijo, aludiendo a unos 200 acuerdos firmados entre Irán y Venezuela, por alrededor de 4 mil millones de dólares, y al hecho de que en conjunto estos países poseen un quinto de todas las reservas probadas de petróleo y gas. En consecuencia, Irán solicitó su incorporación al Alba como miembro observador.
También China incrementa lazos de carácter comercial con países del Alba y están tendidas las líneas para que ese intercambio adquiera una nueva y diferente dimensión mediante mecanismos de colaboración entre el bloque y el gigante asiático. En su reciente viaje a China, Chávez subrayó que además de Venezuela, Bolivia y Ecuador tienen abundantes recursos energéticos, lo cual favorece el desarrollo de relaciones con contenidos concretos en un mecanismo que ya cuenta con su propio Banco, el cual presenta una importante ventaja para potenciales nexos en un mundo donde escasean las finanzas.
África quiere también aproximarse al Alba. En su reciente viaje a Venezuela, el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Jean Ping, expresó el interés de los países africanos en acercarse al Alba. La IIª Cumbre América del Sur-África tendrá lugar en Caracas entre el 14 y 19 de septiembre próximo. “Hay países como Cuba, con los que tenemos una relación importante, que forman parte del Alba. Queremos aprovechar esta ayuda y nos parece que el Alba es un mecanismo para fortalecer la salud, la formación de médicos y el turismo”, declaró Ping tras su diálogo de varias horas con Chávez en el Palacio de Miraflores. Ping agregó que va a “trabajar rápidamente para una reunión de la UA y el Alba”.
En otro plano, es significativo el hecho de que en la cumbre de la Unión Europea (UE) y los países latinoamericanos que integran el llamado Grupo de Río, en Praga el 13 de mayo de 2009, frente a la declaración oficial del encuentro, los integrantes del Alba hicieron público un comunicado por separado, en el que saludaron el diálogo pero reclamaron “una discusión más amplia y profunda”, porque, subrayaron, “las soluciones a la crisis económica global deben ser producto de una amplia y participativa discusión; en consecuencia, consideramos que las soluciones ofrecidas no deben provenir del seno de grupos excluyentes”. Mientras el conjunto se limitó a refrendar las recetas europeas frente al colapso mundial, los países del Alba insistieron en su demanda de “un nuevo orden económico internacional que se sustente en los principios de justicia y solidaridad, y de una profunda transformación de la actual arquitectura financiera internacional”.

Por Luis Bilbao.

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